El secretario general adjunto de CDC, Felip Puig i Godes, se ha posicionado en contra de las formas en que se ha tratado a los dos militantes CiU detenidos por decisión del juez Garzón. Para Puig los casos de corrupción que están saliendo a la luz en España están generalizando “una sensación de fractura de los partidos y de desconfianza” entre la población.

Las formas en que se ha detenido a Maci Alavedra y Lluís Prenafeta han sido poco adecuadas, imágenes que se han convertido en “la pena del telediario”. Al igual que el PP denunció este tipo de tratos con sus militantes, Convergencia Democrática ahora ha estado de acuerdo con esta postura debido al mal trato que han recibido los ex altos cargos de los gobiernos de Jordi Pujol. El secretario general adjunto de CDC considera que “cuando hay excesos se deben denunciar”. Sobre esto, Puig ha querido rectificar a Alfonso Guerra, diciendo “que Montesquieu resucite, por favor, que la separación entre la justicia y la política vuelvan a existir”.