
El Papa se hospeda en una pequeña casa de campo del Valle de Aosta, en los Alpes Italianos. Es una residencia de los Salesianos y fue recibido por el Rector Mayor de esta orden. Hasta el 29 de julio, el Pontífice dormirá a 1400 metros de altura y con vistas al Mont Blanc.
“Vivirá inmerso en la anturaleza y casi aislado”, explicaba Monseñor Anfossi, Obispo de Aosta. “Es una pequeña construcción que puede recibir, además de el Papa, al personal estrictamente necesario”.
Esta propiedad, dice el Prelado, está “construida a 1400 metros de altura, en una zona que está fuera de los itinerarios y servicios turísticos, en donde se tiene un panorama único. Desde la casa se puede llegar a senderos montañosos que permiten largas caminatas en perfecta soledad. Cuando el Papa almuerza tiene delante de sí el espectáculo del Monte Blanco”.